lunes, 29 de octubre de 2012

El tabaco en LA ALMAZUELA


La Ley 42/2010, de 30 de diciembre, por la que se modifica la Ley 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco, define claramente en su “Artículo 7. Prohibición de fumar”:

“Se prohíbe fumar, además de en aquellos lugares o espacios definidos en la normativa de las Comunidades Autónomas, en:
t) Hoteles, hostales y establecimientos análogos, salvo en los espacios al aire libre. No obstante podrán habilitarse habitaciones fijas para fumadores, siempre que cumplan con los requisitos establecidos en el artículo 8.
…”

Queridos clientes fumadores que estuvisteis alojados en la habitación número (*), como seguramente entenderéis, nuestro pequeño hotel de 6 habitaciones, no puede permitirse reservar un 30% de las mismas para vosotros como dice el artículo 8 de la citada Ley.
Pensamos que la mayor parte de la gente que se aloja con nosotros, gente educada y amable, entiende que hayamos decidido que nuestro hotel, en el que también vivimos y trabajamos nosotros, sea un espacio totalmente libre de humos de tabaco.

Hemos de deciros,  queridos clientes, que después de varios días ventilando la habitación número (*), después de lavar sábanas, toallas, mantas y colchas, sigue habiendo un persistente olor a tabaco que no tiene por qué soportar ningún otro huésped, ni el personal de limpieza,  ni nosotros mismos.

Os parecerá una exageración todo lo que exponemos, queridos clientes, pero ocurre que hace unos días el tema fue mucho más grave: a las 2 de la madrugada saltó la alarma anti-incendios de la casa porque a otro cliente como vosotros, le apeteció fumarse un puro a esas horas, como no podía dormir…

Pensamos que todas estas explicaciones eran innecesarias en un establecimiento familiar como el nuestro. De hecho, consideramos  que no hacía falta colocar carteles de prohibición  ni avisos al respecto. Así lo han entendido la mayor parte de nuestros clientes y amigos, salvo vosotros, huéspedes de la habitación número (*) y el descerebrado del puro.

Pese a todo,  NO colocaremos los odiosos carteles de prohibición.  Pero que sepáis, queridos clientes de la habitación número (*), que con vuestro comportamiento irresponsable, maleducado e irrespetuoso con la gente que no fuma, NO sois bienvenidos en La Almazuela.


(*) Omitimos el número de la habitación, queridos huéspedes,  para no avergonzar al interfecto más de la cuenta.





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